Hoy os traigo un texto que se me ocurrió en un momento de euforia mientras escuchaba una canción -la encontraréis al final-. Recomiendo escuchar dicha canción a la vez que leéis lo siguiente:

Me arrepiento de ese día.

De ese momento en el que tiempo, junto a mi cuerpo, se quedó inmóvil.

Ese instante en el que tus ojos azules se quedaron observando los míos fijamente.
Sin apartar la mirada ni un sólo segundo.

Me arrepiento de no haber sido capaz de decirte nada.

Me arrepiento de no haberte sonreído lo más mínimo.

Esos ojos, tus ojos, que me miraban de aquel modo como si no hubieses visto a nadie igual.

Maldita vanidad la mía.

Maldita la hora de recordar ese momento.

Maldita la sútil sonrisa que me sale al leer esto porque al fin y al cabo, es un recuerdo hermoso.

Probablemente no vuelva a verte.

Probablemente para ti solo sea esa chica que se quedó mirando pero sin demostrar interés por ti.
Esa chica que no hizo absolutamente nada.

Probablemente no te acuerdes de mi.

Quizás solo tenía que ser un recuerdo.
Las cosas suceden por algo.

Quizás volvamos a vernos. Quizás no.
Dejémoslo en manos del destino.



Para ti.

Hoy quiero inaugurar una nueva sección dentro de este espacio. Quiero que mi blog pueda ofrecer más que una parte de mi vida, quiero que plasme todas las cosas que quiero o que se me ocurran. No puedo establecer una rutina porque las odio, porque no necesito algo establecido.

Desde este momento se estrena oyendo historias.

¿De qué trata este nuevo apartado?

Serán narraciones breves que se me pasen por la cabeza, de momento algo típico en cualquier blog sobre cuentos, vida personal... 

Estas relatos serán acompañados por una canción que concordará (o al menos yo pensaré eso) con la historia la cual cuente en su momento. Además intentaré ver la manera de coincidir el tiempo del tema que este sonando con el tiempo que se tarde en leerlo.

Puede sonar complicado, y la verdad, lo es pero me apetece poder enseñaros las sensaciones, trasmitidas por las canciones que escucho.